Conoce la diabetes, una enfermedad crónica que se caracteriza por tener altos niveles de glucosa (azúcar) en la sangre.
1 de nov. de 2024 •
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La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por niveles altos de glucosa (azúcar) en la sangre. Esto ocurre porque el cuerpo no puede producir o utilizar la insulina de forma adecuada, o ambas cosas a la vez.
La insulina es una hormona que se encarga de trasladar la glucosa de la sangre a las células, donde se puede utilizar como energía.
Existen tres tipos de diabetes:
Diabetes tipo 1: Puede manifestarse a cualquier edad, pero es más común en niños y adultos jóvenes. En esta forma de diabetes, el páncreas no produce insulina o lo hace en cantidades insuficientes; su origen es genético.
Diabetes tipo 2: Los niveles de glucosa en la sangre son demasiado altos y es la forma más común de diabetes, representando entre el 80% y el 90% de los casos. Anteriormente se creía que afectaba principalmente a adultos o adultos mayores.
Diabetes gestacional: Se caracteriza por niveles altos de azúcar en la sangre durante el embarazo y puede causar complicaciones tanto en la madre como en el bebé, tales como aborto espontáneo, preeclampsia, muerte fetal, e hipoglucemia neonatal, entre otras.
Complicaciones
La diabetes tiene muchas complicaciones, entre ellas:
Problemas oculares: Puede causar dificultad para ver, especialmente de noche, cataratas y sensibilidad a la luz.
Daño en los pies: Provoca úlceras e infecciones que no cicatrizan, lo que puede llevar a la amputación del pie o de la pierna.
Problemas cardíacos: Dificulta el control de la presión arterial y el colesterol, lo que puede derivar en un ataque cardíaco.
Daño en los nervios: Puede causar dolor, hormigueo y entumecimiento.
Daño renal: El exceso de azúcar en la sangre puede dañar los riñones, haciendo que no funcionen adecuadamente.
Sistema inmunitario debilitado: Los niveles elevados de glucosa en sangre pueden debilitar el sistema inmunitario, facilitando las infecciones.
La diabetes tipo 2 comienza con resistencia a la insulina (afección en la que las células no responden normalmente a la insulina), por lo que un cambio oportuno en el estilo de vida puede prevenir su desarrollo.
Mitos comunes sobre la diabetes
La diabetes no es una enfermedad grave: Sin control y sin cambios en el estilo de vida, aumenta el riesgo de complicaciones.
La diabetes se cura con jugos: No es cierto; se requiere un tratamiento farmacológico y una alimentación personalizada.
Las personas con diabetes deben consumir alimentos especiales: No siempre es necesario, salvo por indicación médica.
Un susto, enojo o impresión provoca diabetes: Las emociones fuertes (enojo, susto, impresión) pueden elevar temporalmente los niveles de glucosa debido a hormonas como la adrenalina, pero no causan diabetes. Estos síntomas pueden ser señales de una diabetes ya existente que se agrava momentáneamente.
Recomendaciones nutricionales
Para prevenir o controlar la diabetes, se recomienda:
Llevar una alimentación rica en nutrientes que incluya frutas y vegetales, granos integrales (como avena, maíz, arroz integral, amaranto), proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa.
Preferir consumir frutas enteras y con cáscara, evitando jugos o aguas de sabor, y consumirlas al final de las comidas.
Evitar el exceso de alcohol.
Realizar ejercicio de forma regular.
Tomar agua simple, con una recomendación general de 2 a 2.5 litros al día.
Evitar el uso de manteca o mantequilla, ya que tienen calorías altas y grasas saturadas.
Consumir alimentos ricos en fibra, que mejoran la digestión y el tránsito intestinal.