La hidratación y su importancia durante la temporada de calor
Aprende a identificar los síntomas de deshidratación y descubre tips prácticos para mantenerte hidratado tú, tu familia.
9 de may. de 2025 •
3 minutos de lectura
Foto: Gobierno del Estado de Morelos
Durante la temporada de calor, mantener una buena hidratación es esencial para la salud y el bienestar general. Las altas temperaturas incrementan la pérdida de líquidos a través del sudor, lo que puede provocar deshidratación si no se reponen adecuadamente. Esto puede afectar el rendimiento físico y mental y, en casos graves, poner en riesgo la vida.
El agua es el principal componente del cuerpo humano y cumple funciones vitales como regular la temperatura corporal, transportar nutrientes, eliminar toxinas y mantener el funcionamiento adecuado de los órganos. Por eso, es fundamental aumentar el consumo de líquidos cuando hace calor, especialmente si se realizan actividades al aire libre o ejercicio físico.
Lo ideal es beber agua regularmente a lo largo del día, sin esperar a tener sed, ya que esta sensación suele aparecer cuando el cuerpo ya ha comenzado a deshidratarse.
¿Cómo identificar si una persona está deshidratada?
Algunos síntomas comunes de deshidratación son:
• Sed intensa • Boca seca y pegajosa • Orina de color amarillo oscuro • Poca orina • Dolor de cabeza • Mareos • Fatiga • Piel seca y arrugada
Estrategias para hidratarse
Beber agua regularmente, no solo cuando se tiene sed: Esperar a tener sed no es lo ideal, ya que esa señal aparece cuando el cuerpo ya ha comenzado a deshidratarse. Lo recomendable es tomar pequeños sorbos de agua durante todo el día. Se sugiere consumir entre 2 y 2.5 litros de agua simple al día, aunque esto puede variar según la edad, el nivel de actividad física y las condiciones climáticas. Si el agua sola no es de tu agrado, prueba con agua con limón o infusiones de frutas.
Llevar siempre una botella reutilizable: Tener una botella de agua a la mano sirve como recordatorio visual y facilita el acceso constante al agua, sobre todo cuando se está fuera de casa.
Incluir alimentos ricos en agua: Frutas como sandía, melón, naranja, agua de coco y verduras como el pepino, el jitomate y la lechuga ayudan a complementar la hidratación diaria.
Evitar el exceso de bebidas azucaradas o con cafeína: Aunque refrescan en el momento, las bebidas con mucha azúcar o cafeína pueden aumentar la pérdida de líquidos y no hidratan de forma eficiente.
Hidratarse antes, durante y después del ejercicio: Al realizar actividad física, el cuerpo pierde agua rápidamente. Es clave beber antes de empezar, hacer pausas para tomar agua durante el esfuerzo y reponer líquidos al finalizar.
Establecer recordatorios o alarmas: Para quienes se olvidan de beber agua, poner alarmas o usar aplicaciones móviles puede ser útil para crear el hábito.
Ofrecer agua a niños y adultos mayores con frecuencia: Estos grupos a veces no expresan la necesidad de beber, por lo que es importante ofrecerles líquidos regularmente.
No olvidar a las mascotas: Las mascotas también necesitan mantenerse hidratadas durante el calor. Asegúrate de que siempre tengan acceso a agua fresca y limpia, y evita sacarlas a pasear durante las horas más calurosas.
Para más información, consulta las redes de nuestra nutrióloga de cabecera, Ximena Francia en: