¿El consumo de alcohol es saludable o no?

El consumo de alcohol, aunque socialmente aceptado, no es saludable desde el punto de vista médico.

8 de ago. de 20253 minutos de lectura
alcohol consumo negativo
Foto: Banco de imágenes

El consumo de alcohol está socialmente aceptado porque forma parte de la vida social y cultural, y está presente en muchas celebraciones. Sin embargo, las bebidas alcohólicas contienen etanol, una sustancia psicoactiva y tóxica cuyas propiedades pueden generar dependencia.
Desde una perspectiva de salud, ninguna bebida alcohólica puede considerarse realmente saludable.

¿Qué efectos tiene en el cuerpo?

Beber alcohol, especialmente de forma frecuente o en grandes cantidades, puede causar una variedad de problemas. Afecta directamente al hígado, al sistema nervioso, al corazón y al cerebro, y aumenta el riesgo de enfermedades como:

  • Cirrosis
  • Pancreatitis
  • Presión arterial alta
  • Ciertos tipos de cáncer (como el de mama)
  • Osteoporosis
  • Depresión y deterioro cognitivo
  • Además, puede empeorar condiciones de salud ya existentes

Aunque a veces se cree que el alcohol ayuda a “relajarse”, en realidad es un depresor del sistema nervioso central. Su uso frecuente se ha relacionado con trastornos de ansiedad, agresividad y problemas de sueño.

¿Hay bebidas “más sanas”?

Otra idea común es pensar que ciertos tipos de alcohol son “mejores” o “más naturales”. Por ejemplo:

  • El vino tinto contiene antioxidantes como el resveratrol, asociado con beneficios cardiovasculares. Pero esos antioxidantes también están presentes en frutas como las uvas, moras, arándanos o el cacao. No necesitas tomar vino para obtenerlos.
  • La cerveza se ha estudiado por su posible efecto en la salud ósea o el metabolismo, pero esos beneficios solo se observan con un consumo muy moderado y en contextos específicos. Además, muchas cervezas comerciales tienen alto contenido calórico y de carbohidratos, sin aportar nutrientes significativos.
  • El pulque, bebida fermentada tradicional, solía contener probióticos naturales. Sin embargo, muchas versiones actuales tienen azúcares añadidos y su contenido alcohólico puede variar considerablemente. Aunque tiene un valor cultural importante, desde el punto de vista nutricional sigue siendo alcohol.

En conclusión, no existe un alcohol “saludable”. Puede haber bebidas “menos dañinas” si se consumen con conciencia y de forma muy ocasional, pero los beneficios nunca superan los riesgos si el consumo se vuelve habitual.

¿Quiénes deberían evitar el alcohol por completo?

Hay ciertos grupos que no deberían consumir alcohol bajo ninguna circunstancia: personas embarazadas o que podrían estarlo, menores de edad, personas en tratamiento por alcoholismo, quienes toman medicamentos que interactúan con el alcohol o quienes padecen enfermedades del hígado, páncreas, corazón o sistema nervioso.

¿Se recomienda consumir alcohol?

La respuesta es no. No se recomienda su consumo habitual ni frecuente, ya que no es una bebida esencial para la salud ni para el bienestar. Además, no aporta beneficios reales.

No mejora la digestión, no protege al corazón ni fortalece el sistema nervioso. Y aunque esté socialmente normalizado, el alcohol no es una herramienta para manejar el estrés ni una forma de autocuidado. Al contrario: cuando se consume con frecuencia o sin conciencia, termina quitando más de lo que aporta.

Si se elige tomar, que sea desde una decisión informada, no por costumbre ni por presión social. Idealmente, que sea un consumo ocasional, acompañado de comida, con buena hidratación y en momentos en los que no afecte tu juicio, emociones o salud.

Para más información, consulta las redes de nuestra nutrióloga de cabecera, Ximena Francia:


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